Esponja Konjac carbón, Arcilla ghassoul y Aceite Esencial de clavo

Este pack es ideal ya que ofrece una rutina de cuidado facial poderosa, que limpia, desintoxica y rejuvenece la piel de manera efectiva.

Te explicamos cómo usar esta combinación y sus principales beneficios.

La arcilla Ghassoul, originaria de Marruecos, es famosa por su capacidad para eliminar toxinas, impurezas y el exceso de grasa de la piel. Es rica en minerales como magnesio, sílice y calcio, lo que la convierte en una excelente opción para limpiar y nutrir la piel.

 A diferencia de algunas arcillas que pueden resecar, Ghassoul deja la piel más suave y tersa al mismo tiempo que elimina las células muertas.

Ideal para pieles mixtas o grasas, ya que absorbe el sebo sin eliminar la humedad natural de la piel.

Propiedades calmantes: Es muy suave para la piel, lo que la hace adecuada para personas con piel sensible o propensa a la irritación.

Aceite Esencial de Clavo : Propiedades antibacterianas y antifúngicas.

El aceite de clavo es conocido por ser un poderoso antimicrobiano, por lo que es excelente para combatir el acné, las imperfecciones y las infecciones cutáneas. El clavo tiene propiedades antiinflamatorias, lo que ayuda a calmar la piel irritada o inflamada. También puede ayudar a reducir el dolor de pequeños granos o brotes. 

Rico en antioxidantes, el aceite de clavo protege la piel del daño ambiental y ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro. El aceite de clavo favorece la regeneración celular, lo que ayuda a mejorar el tono y la textura de la piel.

La esponja Konjac proporciona una exfoliación suave, ayudando a eliminar las células muertas sin dañar ni irritar la piel. Usar la esponja Konjac promueve la circulación sanguínea, lo que mejora la apariencia general de la piel, dejándola más luminosa. 

La esponja tiene un pH ligeramente alcalino, lo que ayuda a equilibrar el pH natural de la piel, manteniéndola en un estado óptimo de salud. Retiene agua y ayuda a mantener la piel hidratada durante la limpieza.

Cómo utilizarlo:

Preparación de la mascarilla con arcilla Ghassoul y aceite de clavo:

Mezcla 1 o 2 cucharadas de **arcilla Ghassoul** con agua tibia o agua de rosas hasta obtener una pasta suave.
Añade 1-2 gotas de aceite esencial de clavo (no más, ya que es muy concentrado) y mezcla bien.
Aplica la mezcla sobre el rostro limpio y seco, evitando el contorno de los ojos.
Deja actuar la mascarilla durante **10-15 minutos**. Evita que se seque completamente en la piel, pues puede causar resequedad. Si empieza a secarse, rocía un poco de agua para mantenerla húmeda.

Retirada con la esponja Konjac:

Humedece la esponja Konjac con agua tibia y úsala para retirar la mascarilla con movimientos circulares, proporcionando así una exfoliación adicional y eliminando los residuos de arcilla.
Enjuaga tu rostro con agua tibia una vez retirada toda la mascarilla.
Hidratación posterior:

Aplica tu crema hidratante habitual o un aceite facial ligero para retener la humedad y dejar la piel suave y nutrida.
Beneficios y propiedades de la combinación:

Limpieza profunda y purificación: La arcilla Ghassoul junto con el aceite de clavo remueven toxinas, exceso de sebo y bacterias, contribuyendo a una piel limpia y sin imperfecciones.
Control del acné y las bacterias: El aceite de clavo sirve como un tratamiento efectivo contra el acné y ayuda a prevenir futuros brotes gracias a sus propiedades antimicrobianas.
Exfoliación suave y regeneración celular: La esponja Konjac potencia la limpieza, exfoliando delicadamente la piel y mejorando la circulación para promover un aspecto más saludable y radiante.
Equilibrio y protección de la piel: Esta combinación es perfecta para equilibrar la producción de sebo sin deshidratar ni irritar, ideal para pieles mixtas, grasas o con tendencia a imperfecciones.
Esta rutina se puede realizar una o dos veces por semana para maximizar los beneficios sin excederse y sobreexfoliar  la piel.